domingo, 21 de noviembre de 2010

Llegaron las visitas a la Casa Ripamonti


El pasado viernes 5 de noviembre se realizo en la Universidad Blas Pascal
la muestra Llegaron las visitas. Al evento asistieron un número
importante de personas que participaron activamente de la muestra.
Catálogo de la muestra

Catálogo de la muestra

“Llegaron las visitas” se trato de la cuarta edición del ciclo de muestras “Imaginarios”llevadas a cabo por la curadora Verónica Molas. Este ciclo tuvo como objetivo conocer profundamente la historia de La Casa Ripamonti, que es la edificación en donde ahora se encuentra ubicada la Universidad.
Esta muestra tuvo muchas particularidades ya que se realizaron varias actividades artísticas y el público fue el principal protagonista del evento. En el jardín de la universidad se pudo apreciar una danza aérea en telas que fue realizada por alumnas de la facultad y el público pudo disfrutar de un momento agradable, que combino el paisaje del jardín y el color de las telas.
En el interior de la universidad las personas presentes pudieron participar de la obra El Regalo del sótano. Se trato de una manifestación artística llamada Happening y consiste en que el público que asiste a la muestra no solo es espectador sino también protagonista de la obra de arte. En este caso, el público podía hacerle un regalo a la Casa Ripamonti a través de un dibujo, una frase, una manifestación personal, con fibrones, pinturas y acuarelas sobre papeles que estaban montados en el sótano. Por otro lado se encontraba el set fotográfico, en donde las personas podían sacarse una fotografía con vestimenta antigua y llevarse un lindo recuerdo de la Casa. Finalmente, el público podía observar en diferentes pantallas una selección de videos, mas específicamente video arte, los cuales fueron realizados por alumnos de la universidad.

Alumnos de la Universidad, montando los papeles en el sótano

En la siguiente entrevista, Verónica Molas nos cuenta como fue la experiencia de esta última muestra y el balance del ciclo 2010.
Luego de haber concluido con el ciclo de las muestras de la casa Ripamonti ¿Qué
balance general podes hacer al respecto?
-Hago un balance muy bueno, no en el sentido del éxito publicitario, sino en el sentido positivo de que hayan aparecido situaciones inesperadas en el transcurso del ciclo, participaciones muy interesantes; me refiero a un enriquecimiento en lo personal, de intercambio de ideas, de diálogo, de interacciones con distintas comunidades, y sobre todo, el trabajo con la cátedra de Arte Contemporáneo. Gisela Di Marco fue muy generosa al abrirme las puertas del aula, por ejemplo, eso es algo que me interesa destacar, no lo hizo ningún otro docente en el ciclo. Ella me permitió trabajar directamente con los alumnos, con mucha confianza puesta en mi acercamiento. Después hubo otras participaciones excepcionales, como la de Paulo Jurgelenas y el diálogo con la fotografía, y otros tantos momentos más que quedarán en mis recuerdos como algo superador: mis encuentros con Nélida Agueros, Bibiana Balestrini, el trabajo con el artista Jorge Martín; la
apuesta a la acción teatral de la mano de Mariel Bof también; los vecinos más grandes de
Arguello; el público externo que acompañó y entendió el proyecto y se conmovió. ¡Es que
participó tanta gente!
¿Por qué te interesó la historia de la casa Ripamonti?
-Más que la historia de esta casa, lo que me interesó fue la memoria colectiva en torno a ella, ésa es la esencia del proyecto, su nudo. Todo comenzó el año pasado, mientras yo trabajaba con el proyecto “Lo bello natural”, aquí en la Sala de Exposiciones de la UBP. En una de las inauguraciones, una señora contó que ella siempre había deseado entrar a la casa y que ésa era la primera vez que lo hacía, y por eso hacía una ofrenda. Me sorprendió mucho este suceso, y a partir de ahí mi oreja no paró de captar historias y más historias de personas en relación a la casa: mi interés reside en lo que a esas personas les ha pasado, como algo vincular, no si la historia que te cuentan es real. De ahí vino la idea de trabajar con los ejes verdad/ficción. Todos estos relatos que se fueron sumando me hizo pensar en Imaginarios…

Verónica Molas en la muestra

¿Cuál es el estilo de arte que utilizaste o aplicaste en las muestras?
-Trabajé con un modelo de “obra colaborativa”, que tiene que ver con prácticas contemporáneas del arte. Yo hablaría de un tipo de arte: participativo, colectivo, horizontal, de autorías compartidas, de suma de singularidades, donde el concepto de artista está muy desdibujado. Yo prefiero hablar de autores. Elegí trabajar con “entornos creativos”, esto es, dar lugar a la participación creativa de los diferentes grupos y personas sin poner de antemano el prejuicio de si esa persona es o no es artista, si es alumno, si es docente, si es fotógrafo, si es historiador o si es simplemente un administrativo que se dedica a producir eventos, como es el caso del área de Extensión. Todas las personas me interesan como sujetos que pueden crear si están habilitados para hacerlo, si se les permite hacerlo, escuchar sus aportes e ideas y tomarlas, claro,
Sabemos que particularmente en la última muestra se utilizo la manifestación
artística Happening ¿En que línea del arte entraría tu propuesta?
-Creo que Imaginarios entra en la línea de las prácticas artísticas contemporáneas, en las que se cuestiona el lugar del museo, la galería, la sala de exposiciones, el lugar del artista, y en las que, sobre todo, prevalece el cruce de disciplinas, las del arte con las extra artísticas. En Imaginarios, ese cruce se dio principalmente con una de las líneas en las que trabaja la historia reciente: la historia oral, la memoria colectiva. Entonces, Imaginarios, pienso, no podía dejar de ser un proyecto de carácter principalmente extensionista y educativo, porque está inserto en el área de Extensión de una universidad: el vínculo con la comunidad barrial, cultural, docentes y alumnos era muy importante, casi diría, se debería trabajar siempre en ese sentido y esto es un postura personal. Con este perfil, el proyecto se acerca mucho a estas prácticas contemporáneas del arte, que escapan a las convenciones, más aún que las cuestionan, sobre dónde debe ocurrir el arte, de qué debe hablar el arte y quiénes son sus emisores, o a quiénes les está permitido hacer arte, quiénes están, en definitiva, legitimados para hacerlo. Para pensar ¿no?.

Pamela Abrahan
Universidad Blas Pascal
Fotos: ideasconvuelo.wordpress.com.

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