lunes, 22 de noviembre de 2010

LLEGARON VISITAS

Reviviendo el pasado de la casa Ripamonti

La curadora Verónica Molas presentó el proyecto de arte “Imaginarios en la casa de los enanitos” en sala de exposiciones de la Universidad Blas Pascal, la cual solía ser antiguamente el living de la casa perteneciente a la familia Ripamonti. En este ambiente vestido de pasado se evocó la historia del lugar por medio de numerosas intervenciones artísticas.

Set audioviaul y taller de exposición oral. Foto: Ana Claudia Xavier

“Pensar desde el vamos en captar y trabajar en una construcción colectiva, en la cual la memoria sea fundamental, fue la premisa principal de la muestra, por eso fue que propuse “vivir el arte” y ya no sólo ser espectadores pasivos.” Decía Verónica Molas, en carácter de curadora, la cual es redactora de importantes medios locales como “La voz del interior”, “Ámbito Financiero”, “Aquí vivimos” y demás.
El edificio donde actualmente funciona parte de la Universidad Blas Pascal, fue construido a comienzos del siglo 20 por Faustino Ripamonti, un empresario muy exitoso de su época. Según personas de la zona, la casa siempre atrajo el interés de los vecinos de la zona de Argüello, por su particular arquitectura y tamaño, pero por sobre todo la gran cantidad de mitos e historias que se cuentan sobre ella y las personas que vivieron allí.
“Imaginarios surgió espontáneamente en el transcurso de 2009, cuando yo estaba haciendo otro ciclo en la misma Sala de Exposiciones donde ahora se realiza esta muestra. Sucedió que en las diferentes inauguraciones, muchas personas que venían, incluso que entraban por primera vez al lugar, me contaban diferentes anécdotas de la casa, y todos eran relatos entre lo real y lo imaginado...” respondió Verónica a la pregunta de cómo surgió la idea de la muestra. “Eso me hizo un click en la cabeza. No tenía que buscar, ya estaba encontrando algo. Lentamente fui notando que la Sala pedía a gritos este proyecto.”

En lo que va del año, se realizaron dos muestras ligadas a “Imaginarios en la casa de los enanitos”
(llamada así por los vecinos de la zona), la primera titulada “Indicios” realizada el 21 de abril, consistió en una exposición fotográfica dirigida por el profesor Paulo Jurgelenas, que integraba pasado y presente, acompañado de una intervención teatral realizada por el elenco de la universidad, donde revivieron los posibles personajes que habitaban la casa en la época de la familia Ripamonti. Se compartió también un vernissagge especial, de licor y colaciones, dando así el puntapié inicial del ciclo artístico.

Vecinos de la zona que asistieron a la muestra para participar del
taller de exposición oral. Foto: Ana Claudia Xavier

La segunda muestra se llamó “Relatos en escena” realizada el 4 de Junio, donde la propuesta consistía en pasar una tarde en la casa, compartir historias y una merienda de galletas caseras de avena, en medio de un set audiovisual que realizaba el registro del taller de historia oral barrial sesionada por Nélida Agüeros en el lugar. Además se realizaron numerosas intervenciones visuales, sonoras y teatrales en el jardín, llamadas
“El camino de los sueños” donde había un rincón de juegos y un castillito con numerosos relojes que marcaban el tiempo hacia atrás. Otros estuvieron iluminados con velas o luces de colores; y la fuente del jardín fue utilizada para proyectar imágenes desde los árboles. Una obra sonora que rescataba sonido de niños y de casa abandonada, sumado a la acción teatral de un grupo de personajes fueron fundamentales para meternos dentro de un sueño que nos hacían revivir la casa en su momento de apogeo.

Proyección de videos en la fuente. Foto: Ana Claudia Xavier

Entrevista a Verónica Molas:

¿En qué clasificación artística podríamos ubicar la muestra?
-El proyecto se desmarca del arte contemporáneo, según mi visión, pero a la vez se relaciona con muchas de las tendencias más actuales dentro del arte contemporáneo. Se lo ha vinculado a la estética relacional pero no fue esa mi intención. El tema y el método surgió por necesidad del espacio, de la historia del lugar, algo que se impuso por su propio peso. Digamos, para sintetizar, que surgió de estar ahí, “viviendo” la casa, no? no venir a ver, sino venir a ser parte.

Uno de los castillos del jardín, intervenidos con relojes. Fotos: ACX

¿Por qué le interesó particularmente la historia de la casa Ripamonti?
- Fue algo que se dio por estar trabajando dentro del espacio varias horas, con el montaje, sobre todo, y también, una casual vinculación por el hecho de revalorizar el lugar, que no está legitimado en el circuito del arte local. Yo sentí la necesidad quizá de contar la historia del lugar y revalorizarla a través de un proyecto artístico. Luego sucedió que conocí la historia de Faustino Ripamonti y me enamoré del personaje, y de todo lo que hizo en Rafaela (Santa Fe), sobre todo, su acción social como empresario, algo inédito siendo un hombre apolítico en el sentido partidario, pero con un claro posicionamiento de cómo debía construirse una economía, por ejemplo, donde los pequeños productores necesitaban impulso para que crezca el conjunto. Eso me alucinó. Siempre digo qué hubiera pasado si hubiéramos tenido un dirigente como él?
-Pero en el proyecto esto está desdibujado porque se priorizó la memoria colectiva de la casa en el contexto de Arguello, más específicamente, qué les pasaba a las diferentes personas (la comunidad) con esta casa que muchas veces se miraba sólo de afuera, detrás de la reja. Una casa que todos recuerdan al día de hoy. Lo que me gusta de esto es que hay muchos mensajes cifrados, no? qué se mira de afuera? Lo que es inaccesible... Fijate que en el material que ustedes grabaron (alumnos de comunicación audiovisual) hay un señor que era hijo de un quintero; él conocía la casa de chico, pero sólo había entrado hasta el jardín, y recién con “Relatos en escena” entró a la sala... Eso me pareció re fuerte desde lo social. Y cómo un proyecto artístico-cultural puede iluminar este tipo de experiencias sin hacer del arte un panfleto político, pero de donde se pueda hacer sin dudas, una lectura política...

Por último, ¿Qué es lo que le da valor o status artístico a las intervenciones que se realizaron en la muestra?
- Qué buena pregunta para derribar, justamente, ese concepto que detesto profundamente: ¡el estatus! Una palabra, para mí, con tufillo a delirio de clase social alta. Lo valioso de este proyecto creo, humildemente, es haber evocado en la imaginación y el recuerdo de tanta gente esa memoria colectiva, ese sentido de pertenencia del lugar del que hablaba antes. Eso es lo más importante, según creo yo, de un proyecto de alcance cultural en lo social: en este caso, las personas apropiándose en el jardín y en la reunión en la sala con los relatos, de algo que es de todos, aunque cada memoria es diferente y difusa y no coincide exactamente con la del vecino. Esa construcción colectiva, eso de que la obra se produzca en el encuentro fue lo maravilloso. De hecho a mí me emocionó lo que sucedió. Fue algo increíble! Realmente imposible de adivinar lo que iba a suceder! Y de allí surgió algo que deseábamos: las imágenes más antiguas de la casa, de varias décadas atrás, que delatan los cambios en el paisaje y su arquitectura y nos deja mirar a los que Vivian allí, aunque no fueran ya los Ripamonti.
Todavía le quedan varias muestras a este proyecto artístico, la próxima se realizará el día viernes 27 de agosto, y llevará el nombre de “La casa habla”. Lo más destacado de esta muestra serán las fotografías que surgieron del último encuentro, las cuales se expondrán en viejos álbumes de foto. Se prevé también una emisión de radio, real o simulada, desde un receptor de radio antiguo que reproducirá la lectura de relatos escritos por alumnos del Taller Literario de la UBP en base a la investigación sobre la casa y las actividades pasadas. También fragmentos de audio del registro del Taller de Narración Oral y una entrevista a Mara Balestrini, nacida en la casa. Por último se contará con la presencia habitual del elenco de teatro, proyecciones audiovisuales y se servirá arroz con leche.



Natanael Ceballos
Comunicación Audiovisual
Universidad Blas Pascal

Imaginarios en la casa de los enanitos - "Relatos en escena"

domingo, 21 de noviembre de 2010

Llegaron las visitas a la Casa Ripamonti


El pasado viernes 5 de noviembre se realizo en la Universidad Blas Pascal
la muestra Llegaron las visitas. Al evento asistieron un número
importante de personas que participaron activamente de la muestra.
Catálogo de la muestra

Catálogo de la muestra

“Llegaron las visitas” se trato de la cuarta edición del ciclo de muestras “Imaginarios”llevadas a cabo por la curadora Verónica Molas. Este ciclo tuvo como objetivo conocer profundamente la historia de La Casa Ripamonti, que es la edificación en donde ahora se encuentra ubicada la Universidad.
Esta muestra tuvo muchas particularidades ya que se realizaron varias actividades artísticas y el público fue el principal protagonista del evento. En el jardín de la universidad se pudo apreciar una danza aérea en telas que fue realizada por alumnas de la facultad y el público pudo disfrutar de un momento agradable, que combino el paisaje del jardín y el color de las telas.
En el interior de la universidad las personas presentes pudieron participar de la obra El Regalo del sótano. Se trato de una manifestación artística llamada Happening y consiste en que el público que asiste a la muestra no solo es espectador sino también protagonista de la obra de arte. En este caso, el público podía hacerle un regalo a la Casa Ripamonti a través de un dibujo, una frase, una manifestación personal, con fibrones, pinturas y acuarelas sobre papeles que estaban montados en el sótano. Por otro lado se encontraba el set fotográfico, en donde las personas podían sacarse una fotografía con vestimenta antigua y llevarse un lindo recuerdo de la Casa. Finalmente, el público podía observar en diferentes pantallas una selección de videos, mas específicamente video arte, los cuales fueron realizados por alumnos de la universidad.

Alumnos de la Universidad, montando los papeles en el sótano

En la siguiente entrevista, Verónica Molas nos cuenta como fue la experiencia de esta última muestra y el balance del ciclo 2010.
Luego de haber concluido con el ciclo de las muestras de la casa Ripamonti ¿Qué
balance general podes hacer al respecto?
-Hago un balance muy bueno, no en el sentido del éxito publicitario, sino en el sentido positivo de que hayan aparecido situaciones inesperadas en el transcurso del ciclo, participaciones muy interesantes; me refiero a un enriquecimiento en lo personal, de intercambio de ideas, de diálogo, de interacciones con distintas comunidades, y sobre todo, el trabajo con la cátedra de Arte Contemporáneo. Gisela Di Marco fue muy generosa al abrirme las puertas del aula, por ejemplo, eso es algo que me interesa destacar, no lo hizo ningún otro docente en el ciclo. Ella me permitió trabajar directamente con los alumnos, con mucha confianza puesta en mi acercamiento. Después hubo otras participaciones excepcionales, como la de Paulo Jurgelenas y el diálogo con la fotografía, y otros tantos momentos más que quedarán en mis recuerdos como algo superador: mis encuentros con Nélida Agueros, Bibiana Balestrini, el trabajo con el artista Jorge Martín; la
apuesta a la acción teatral de la mano de Mariel Bof también; los vecinos más grandes de
Arguello; el público externo que acompañó y entendió el proyecto y se conmovió. ¡Es que
participó tanta gente!
¿Por qué te interesó la historia de la casa Ripamonti?
-Más que la historia de esta casa, lo que me interesó fue la memoria colectiva en torno a ella, ésa es la esencia del proyecto, su nudo. Todo comenzó el año pasado, mientras yo trabajaba con el proyecto “Lo bello natural”, aquí en la Sala de Exposiciones de la UBP. En una de las inauguraciones, una señora contó que ella siempre había deseado entrar a la casa y que ésa era la primera vez que lo hacía, y por eso hacía una ofrenda. Me sorprendió mucho este suceso, y a partir de ahí mi oreja no paró de captar historias y más historias de personas en relación a la casa: mi interés reside en lo que a esas personas les ha pasado, como algo vincular, no si la historia que te cuentan es real. De ahí vino la idea de trabajar con los ejes verdad/ficción. Todos estos relatos que se fueron sumando me hizo pensar en Imaginarios…

Verónica Molas en la muestra

¿Cuál es el estilo de arte que utilizaste o aplicaste en las muestras?
-Trabajé con un modelo de “obra colaborativa”, que tiene que ver con prácticas contemporáneas del arte. Yo hablaría de un tipo de arte: participativo, colectivo, horizontal, de autorías compartidas, de suma de singularidades, donde el concepto de artista está muy desdibujado. Yo prefiero hablar de autores. Elegí trabajar con “entornos creativos”, esto es, dar lugar a la participación creativa de los diferentes grupos y personas sin poner de antemano el prejuicio de si esa persona es o no es artista, si es alumno, si es docente, si es fotógrafo, si es historiador o si es simplemente un administrativo que se dedica a producir eventos, como es el caso del área de Extensión. Todas las personas me interesan como sujetos que pueden crear si están habilitados para hacerlo, si se les permite hacerlo, escuchar sus aportes e ideas y tomarlas, claro,
Sabemos que particularmente en la última muestra se utilizo la manifestación
artística Happening ¿En que línea del arte entraría tu propuesta?
-Creo que Imaginarios entra en la línea de las prácticas artísticas contemporáneas, en las que se cuestiona el lugar del museo, la galería, la sala de exposiciones, el lugar del artista, y en las que, sobre todo, prevalece el cruce de disciplinas, las del arte con las extra artísticas. En Imaginarios, ese cruce se dio principalmente con una de las líneas en las que trabaja la historia reciente: la historia oral, la memoria colectiva. Entonces, Imaginarios, pienso, no podía dejar de ser un proyecto de carácter principalmente extensionista y educativo, porque está inserto en el área de Extensión de una universidad: el vínculo con la comunidad barrial, cultural, docentes y alumnos era muy importante, casi diría, se debería trabajar siempre en ese sentido y esto es un postura personal. Con este perfil, el proyecto se acerca mucho a estas prácticas contemporáneas del arte, que escapan a las convenciones, más aún que las cuestionan, sobre dónde debe ocurrir el arte, de qué debe hablar el arte y quiénes son sus emisores, o a quiénes les está permitido hacer arte, quiénes están, en definitiva, legitimados para hacerlo. Para pensar ¿no?.

Pamela Abrahan
Universidad Blas Pascal
Fotos: ideasconvuelo.wordpress.com.

Llegaron las visitas

El ciclo “Imaginarios en la casa de los enanitos”, a cargo de Verónica Molas, en carácter de curadora, contó con cuatro muestras, las cuales se desarrollaron en los meses de Abril, con la muestra “indicios”; Junio, con los “Relatos en escena”; Septiembre con “La casa que habla”, y por último, en noviembre, “Llegaron visitas”, evento llevado a cabo contando con una buena concurrencia por parte del público, y a través del cual se dio por finalizado el ciclo.

Alumnos instalando “El Regalo”. Foto por Verónica Molas.

El lugar donde se llevó a cabo este ciclo es el actual edificio de la Universidad Blas Pascal, una casona antigua que hace años atrás fue comprada por Faustino Ripamonti, con la idea de utilizar este lugar como una alternativa para veranear con su familia. Esta casa posee un jardín muy amplio, en el cual los niños de la familia podían desarrollar todo tipo de actividades de recreación, y también contaba con un viñedo y plantaciones las cuales daban trabajo a gente de la zona de Argüello.

La muestra “Llegaron visitas” funcionó como cierre del ciclo “Imaginarios en la casa de los enanitos”. Contó con proyecciones de videoarte, piezas audiovisuales que fueron realizadas para la ocasión por los alumnos de tercer año de la carrera de Comunicación Audiovisual de la UBP. En el living de la casa se instaló un set fotográfico en donde “las visitas” podían tomarse una fotografía ambientada en la época en que la casa era habitada por la familia Ripamonti. Por último, se llevó a cabo una intervención con el nombre de “El regalo”, la cual consistió en que quienes visitaban la muestra podían dejar plasmado algo en el sótano de la casa: un dibujo, un graffiti, un texto. Para este “regalo” se habían instalado una serie de papeles en pisos y muros y se dispusieron distintos tipos de pinturas y pinceles, entre otros materiales, para que la gente decida cómo intervenir en este “regalo”. Una idea propuesta por uno de los alumnos UBP, Juan Ignacio Trossero, que podemos vincular a los happenings de los 60.

Imagen del set fotográfico. En la foto, Natanael Ceballos.

Se puede analizar que en este ciclo artístico hubo una evolución, que comenzó con una muestra de fotografías actuales de la casa (formato que se repitió en la tercera entrega, esta vez con fotografías antiguas recuperadas e instalaciones fotográficas); luego vinieron los “relatos en escena”, donde los vecinos y allegados a la familia Ripamonti se acercaron a la casa a compartir, además de una merienda, sus vivencias en torno a esta casa y sus antiguos habitantes, además de disfrutar de espacios del parque que rodea la casa especialmente intervenidos e iluminados, y recorridos por actores caracterizados como antiguos habitantes de la casa; se sumaron más adelante los participantes del taller de escritura de la UBP con reproducción de audios grabados por ellos mismos, haciendo alusión a que la casa “hablaba”, se contaron historias, mitos y leyendas sobre ésta; y en la última muestra, se vio una variante muy importante, reflejada en una constante alusión a la participación del público. En este caso, ya no eran públicos, sino “visitas” que participaron en la muestra, no tenían estaban allí solamente para contemplar, sino que se les proponía también la intervención. Según Nicolas Bourriaud, este tipo de participación por parte del espectador se ha vuelto una constante en la actividad artística actual. Este concepto está desarrollado en su texto “Estética relacional”, donde afirma “la evolución de la función de las obras y de su modo de presentación indica una urbanización creciente de la experiencia artística. (…) La obra se presenta ahora como una duración por experimentar, como una apertura posible hacia un intercambio ilimitado.” Estos conceptos de Bourriaud se relacionan claramente con lo ocurrido en este ciclo llevado a cabo en la Sala de Exposiciones de la Universidad Blas Pascal. En esta última muestra, el espectador cumplió otro rol en relación a las ediciones anteriores, en “Llegaron visitas” los espectadores participaron ya sea tomándose una fotografía en el set fotográfico, interviniendo en “El regalo” dejando un recuerdo suyo, una huella de su paso por la muestra, o contemplando las proyecciones de videoarte.

Intervención en “El regalo”. Foto por Valentina Bogdan.

La producción de este evento contó con la colaboración de los alumnos de la cátedra Arte Contemporáneo II, dictada por Gisela Di Marco, quienes, además de la realización exclusiva de videoarte para la muestra, participaron a través de la ambientación sonora, el set fotográfico, la idea e instalación de “El Regalo”, y una presentación de acrobacia sobre telas que colgaban de los añejos árboles del ingreso a la casa, que no sólo llamó la atención de quienes habían concurrido a la muestra sino que gran cantidad de gente que transitaba por la Av. Donato Álvarez se quedaba perpleja admirando este show.

El ciclo “Imaginarios en la casa de los enanitos” concluyó y cumplió con las expectativas tanto del público como de quienes estuvieron a cargo de la producción artística y organización.


Por Juan Diez del Valle
Revisado por Gisela Di Marco

jueves, 27 de mayo de 2010

El Circuito de la Crítica del Arte en Córdoba
Por Megan Helbling

Este fin de semana tuve una entrevista con curadora María Ester Pañeda y visité el Museo Genero Pérez. Ella no es una “crítica” de arte pero me explicó y leyó cuadros que representan el regionalismo de Córdoba y la importancia que tienen. También me dijo de los medios de la crítica del arte en Córdoba, y esto es lo que cuento. Los medios en general son críticos profesionales o profesores, la prensa, las galerías, los curadores y las ferias bienales. Ella me explicó un poco de cómo funciona el procesa de las ferias bienales también, que escribí acá abajo.

Por ejemplo, cuando se mira el cuadro “Paisaje de Córdoba” por Ernesto Farina, la gente típica no piensa en nada más que si la obra es linda o fea, si le gusta o no le gusta. Pero tiene un significado más importante y profundo. El cuadro con otros de la colección de la casa del Museo Genero Pérez, representan el regionalismo de Córdoba. Estas obras desde 1900 hasta 1950 fueron creadas durante una época cuando el paisaje de Córdoba cambió para siempre. En 1930 la ciudad empezaba su desarrollo moderno con la construcción de edificios sobre la tierra que estaba libre y abierta. Entonces, los colores en el cuadro representan una vuelta por la madre naturaleza. Los colores oscuros son de la tierra y dan sentidos de melancolía. Un cuadro de la colección muestra una fábrica cerrada con formas no abstractas pero tampoco tan realistas, y por eso recibimos un sentido de miedo. Otras tienen calles vacías y abandonadas. “Estos artistas expresan nostalgia, soledad, pérdida y sentimientos más de racionalidad,” dijo la curadora María Ester Pañeda, “Acá podemos ver el temor de lo que va a pasar.” La colección captura no solamente la historia e imágenes que no podemos ver más en la ciudad de Córdoba, también una identidad de esta región. Entonces, dice Pañeda “El valor (de estas obras) está en el regionalismo.”
¿Pero quién decide esto? ¿Quién esta encargado de elegir cuáles obras son suficientes y legítimas para representar una región como arriba, o simplemente para estar en un museo? Los críticos del arte son como una comunidad. Pañeda dijo, “Es un circuito, no hay solamente una o dos personas que deciden.” Primero, hay críticos “oficiales” que son profesores del arte o que han estudiado arte por muchos años. También las galerías son una forma de la crítica. La prensa actúa entre ambos grupos de críticos y galerías produciendo libros, folletos y periódicos con críticas. Hay críticas periodísticas en diarios como La Voz y como Verónica Molas periodista que siempre está escribiendo sobre nuevos artistas y sus muestras en Córdoba. También están los curadores, como Pañeda, que actúan entre el artista y el crítico. Finalmente, el público en esta parte del proceso, pero después de años y años de trabajo de los críticos y la prensa.
Una parte muy importante del proceso de crítica está en las ferias bienales ubicadas alrededor del mundo en ciudades importantes como Rio de Janeiro y Venecia. Estas ferias están patrocinadas por distintas empresas. Además las empresas eligen y contratan unos curadores o críticos, con quien tienen criterios estéticos para dar premios a artistas nuevos y prometedores en las ferias. Pero las empresas no dan premios puramente porque son los mejores artistas, sino los mejores representantes de la empresa. A veces es más como un negocio que solamente por el trabajo honesto, como un artista y creador. Con este reconocimiento en las ferias el artista muchas veces recibe lugar en un museo y sus obras se hacen abiertas al público. Uno puede ver el poder que tienen los críticos porque deciden lo que el público va a ver, o qué no va a ver. Entonces, siempre hay temas que uno puede debatir dentro de este contexto.

miércoles, 26 de mayo de 2010

El comienzo

Las dificultades enfrentadas por los jóvenes artistas

Un artista pasa por muchas dificultades para poder empezar a exponer su trabajo. En una escena donde artistas conocidos tienen preferencia, es complicado encontrar un espacio propio y oportunidades. Para las galerías es difícil tener la atención de clientes si ellos no traen en sus exposiciones artistas ya consagrados.
Mateo Argüello Pitt es un artista cordobes reconocido en Argentina y en el exterior, pero también tuvo que enfrentar muchas dificultades para exponer sus trabajos. Comenzó a ser conocido a través de participaciones en salones de pintura y en muestras locales, solo después de diez años empezó a ser parte de una galería que llevaba sus trabajos a ferias en Buenos Aires y a los Estados Unidos, permitiendo su inmersión en el mercado, "Los mayores obstáculos de un joven artista quizás sean conseguir primero una galería o art dealer que esté convencido de su trabajo y lo sepa vender o hacer circular sus obras". Hay también problemas institucionales como obtener becas, "no hay quien financie proyectos", dice Pitt.
Para alguien que ingresó recientemente en el mercado es problemático conseguir un lugar en cualquier institución de peso ya que en estas tienen prioridad los artistas que están insertados en la escena, una larga trayectoria y un nombre conocido atrae más el público. Otra complicación es que el mercado artístico está paralizado no solamente en Córdoba, sino también en Buenos Aires y en el exterior. Maria de Becerra, dueña de la galería cordobesa Via Margutta destinó muchos años a promocionar arte joven, pero no pudo mantener eso por mucho tiempo y decidió mantener a los artistas con los cuales comenzó y se ha inclinando por los ya consagrados. "Se que es muy difícil para los artistas jóvenes tener un lugar de exposición, pero no hay políticas de Estado que los protejan, y los galeristas tenemos que vivir y no podemos ser mecenas eternamente. En Córdoba no existe el mercado del Arte, duele decirlo pero es la realidad". Pitt cree también que un mayor apoyo del gobierno ayudaría en el desarrollo del mercado, "Creo que el gobierno debería descontar impuestos a las empresas que estén dispuestas a comprar obras de arte o financiar proyectos artísticos y debiera subsidiar con fondos a fundaciones que promuevan la educacion artística. Creo que esto agilizaría la circulación del arte."
La Ley del Mecenazgo (o de Promoción Cultural) propone exactamente eso. Inspirada en las legislaciones chilena y brasileña y sancionada por la legislatura porteña en 2006, la ley busca estimular la actividad cultural y permite que el gobierno destine una cantidad importante de dinero a proyectos culturales, permitiendo la creación de nuevas oportunidades para todo el mercado artístico, esa ley ya funciona en la provincia de Buenos Aires, donde 55 millones de pesos son destinados al incentivo del arte. El mecenazgo es una practica que empezó en el renacimiento, siendo una forma importante de mantenimiento del arte de la época, ya que permitía que los artistas desarrollasen sus obras a través del incentivo monetario de miembros importantes de la sociedad. Quizás el nombre más significativo entre esa práctica era el de la familia Medici, que ofrecían su apoyo a artistas como Fra Angelico y Miguel Angel.
Frente a las complicaciones de encontrar espacios disponibles para mostrar sus trabajos, los artistas recurren a la internet para exponerlos, hay diversos sitios que exponen trabajos de cualquier persona y los ponen a disposicion de todo el mundo sin haber la necesidad de un intermediario. El mercado artístico poseé muchas ineficiencias, inclusive la gran cantidad de intermediarios entre el artista y su publico, los sitios simplifican ese proceso.
El espacio web ofrece una gran variedad de posibilidades destinadas a artistas que todavía no tengan la suerte de ser descubiertos por una gran galería. Hay diversos ejemplos, como el sitio http://www.enlapared.com es un servicio gratuito que permite que uno publique anuncios donde puede buscar un lugar donde exponer o ofrecer espacios, Disponible en varios países y lenguas, el sitio acerca el artista del expositor, presentando variadas opciones y posibilidades. Hay también otro ejemplo en http://www.net-arte.com, donde uno puede crear su propia galería online y exponer no solamente sus trabajos, sino también informaciones diversas, como su currículum, textos, etc. El sitio http://www.art.net trae galerías específicas distribuidas por temas o ubicación de los artistas y el sitio http://www.artnet.com busca facilitar el proceso de compra mientras pone a disposición informaciones acerca del mercado de arte.
Mientras sigue tan difícil para jóvenes artistas exponeren sus trabajos, es bueno saber que hay opciones como las galerías en la internet y que estan sendo discutidas opciones para el incentivo al desarrollo de la producción artística en Argentina.

ANA